Bueno como el pan

Maravillas del mestizaje

Antes de la llegada de los españoles, el trigo no era conocido en Mesoamericana y la mayor parte de los alimentos se preparaban con maíz.

El trigo llegó desde los inicios de la Conquista. Cuentan que en México lo trajeron los soldados de Cortés y que, en 1520, un esclavo negro encontró tres granos de trigo en el fondo de un costal y los sembró en un huerto en la Ciudad de México, de lo que obtuvo 186 granos. Otra versión nos dice que algunos soldados invasores lo sembraron al asentarse en tierras mexicanas. Sean o no ciertas estas anécdotas, el trigo se empezó a producir rápidamente en nuestro país y el pan comenzó a ser parte de la vida cotidiana.

El historiador Fernández del Castillo narra que "ya para 1523 la sagrada tierra mexicana se cubre con hermosos campos candeales y un año después se fabrica en México pan con harina nativa."

Candeal se refiere a un campo de trigo que da una harina muy blanca con la que se produce un pan muy sabroso.

Con la introducción del trigo llegaron nuevas formas de alimentación y mestizaje: trigo y maíz se combinaron para dar parte a mucho de lo que hoy comemos cotidianamente. Los productos asiáticos, europeos y americanos se combinan felizmente haciendo pervivir formas milenarias con modelos culturales propios.

Guajolota: torta de tamal
Guajolota es el nombre que se le da en la Ciudad de México a una torta de tamal. Se acompañan de atole que puede ser de chocolate, arroz o guayaba. He aquí una combinación de tres cereales con distintos orígenes: trigo, maíz y arroz.

¿Podrías mencionar más expresiones culturales producto del mestizaje?